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Cada vez es más fuerte la movida ambiental y parece que da mucho trabajo subirse a la ola de los hábitos ecológicos y sobre todo mantenerlos en el tiempo.

Tenemos la ilusión de sumar nuestro granito de arena al cuidado del planeta y por algún motivo no terminamos de comprometernos.

Imaginate que es simple: se trata de dar pasitos pequeños cada día, para ver luego el largo camino recorrido. Así pasa con todos los hábitos.

Como dice la frase: “Mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, puede cambiar el mundo”

En este artículo te comparto 5 acciones simples que podemos realizar cada día para cambiar el futuro de nuestros hijos.

¡Seguí leyendo!

 

1) SEPARÁ LA BASURA EN TU CASA

Con este sencillo hábito podemos generar nuevos recursos útiles a partir de nuestros desechos  disminuyendo la cantidad de basura que sacamos a la calle y la de los de basurales a cielo abierto.

Hay tres tipos de residuos:

  • Reciclables: plásticos, cartones, papeles, envases de vidrio, metales y envases de tetra-brick. Estos los podés depositar en el punto verde más cercano a tu domicilio.
  • Orgánicos: restos de verduras y frutas sin cocinar, borra de café, té, yerba mate. Estos te servirán para hacer un buen compostaje y usarlo de abono para tus plantas.
  • No Reciclables: papel o cartón sucios (con comida, aceites o grasas), elementos de higiene personal y todos los residuos domiciliarios sanitarios.

Una forma de reciclar plásticos de un solo uso es rellenando botellas de plástico limpias (se convierten en ladrillos ecológicos o botellas de amor) que servirán para construcciones ecológicas. 

También podemos contribuir con fundaciones que generan recursos a partir de cartón, botellas plásticas y papel.

2) CONSUMÍ MENOS ENVASES

Alrededor de 13 millones de toneladas de plástico son vertidas en los océanos cada año: afectando la biodiversidad, la economía y la salud de las personas.

Existen hoy muchos productos, especialmente para higiene personal y limpieza del hogar, de consistencia sólida, sin envases.

Además hay tiendas que permiten llevar nuestros propios envases para ser rellenados con sus productos y así disminuir notablemente el desecho de envases plásticos y de vidrio.
Siempre recordá llevar tus bolsas de tela cuando hacés compras.

Estos minerales dentro de las telas atrapan bacterias causando el típico olor a amoníaco u orina; además pueden producir quemaduras o erupciones en la piel de nuestros bebés.

3) CREÁ TU PROPIA HUERTA

Cultivar tus propios alimentos ayuda al medio ambiente y a tu propia salud:

  • Consumís vegetales de estación saludables
  • Evitás agroquímicos 
  • Conectás con la naturaleza y enseñás a tus hijos a generar su propio alimento
  • Ahorrás dinero
  • Generás espacios verdes contribuyendo a equilibrar la temperatura, aumentar el oxígeno y mitigar la contaminación ambiental.

La huerta orgánica es garantía de alimentos sanos, naturales y llenos de nutrientes. Al mismo tiempo, es fuente de satisfacción personal, alegría y bienestar.

4) USÁ PRODUCTOS RECICLADOS, REUTILIZABLES O DE MATERIAL BIODEGRADABLE

En la movida de concientización ecológica uno de los mayores desafíos es cambiar productos plásticos por materiales biodegradables o reutilizables.

Por ejemplo, cambiar pañales descartables por pañales de tela, que en los últimos años se están volviendo más populares.

Para nosotros que empezamos a usar y fabricar pañales ecológicos desde hace 15 años, convencidos que podíamos aportar al cuidado ambiental, es muy satisfactorio ver cómo se está valorando reutilizar pañales.

Un dato interesante es que al usar pañales de tela necesitás entre unos 16 a 25 pañales para abarcar los tres años pañaleros de tu peque.
Mientras que si usás pañales descartables necesitarás 8600 pañales aproximadamente para cubrir la misma demanda.
Teniendo en cuenta que un pañal desechable demora entre 300 y 400 años en descomponerse por completo… ¡Hacé cuentas!

Estos minerales dentro de las telas atrapan bacterias causando el típico olor a amoníaco u orina; además pueden producir quemaduras o erupciones en la piel de nuestros bebés.

5) ENSEÑÁ A TUS HIJOS A CUIDAR EL AGUA

Quizás no dimensionamos la importancia de cuidar el consumo de agua y enseñarselo a nuestros hijos.

El agua es fundamental para el desarrollo socioeconómico, la energía, la producción de alimentos, los ecosistemas y para la supervivencia de los seres humanos. 

 

Puntos importantes:

  • El 97% de toda el agua de la tierra es agua salada, que no es apta para el consumo
  • El 3% del agua de la tierra es agua dulce
  • Solo se puede beber 0,5% del agua
  • Otro 2,5% del agua dulce existe en los glaciares, la atmósfera, el suelo, debajo de la superficie o no se puede consumir debido a la contaminación
  • El 80% de las aguas residuales retornan al ecosistema sin ser tratadas o reutilizadas

Un hábito se construye día a día, necesita de constancia y conciencia, especialmente al principio.

Imaginate enseñarle a nuestros hijos desde que nacen a cuidar nuestros recursos ambientales…el resultado es gigante a largo plazo.

Nuestros hijos son los próximos dueños de empresas, gestores de proyectos innovadores, pilares de familias y comunidades. 

Sembremos en esta tierra fértil hábitos que transformen el mundo en un lugar mejor.

Si te interesa saber más acerca de pañales ecológicos te invito a ver nuestra sección de preguntas frecuentes o dejarnos una consulta.

¿Querés sumar un hábito sustentable? ¡Dejanos un comentario!

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